El Senador José Erandi Bermúdez Méndez ha presentado una iniciativa crucial para abordar la
persistente brecha salarial de género en México. La propuesta busca reformar el artículo 86 de la Ley
Federal del Trabajo, con el objetivo de garantizar la igualdad salarial entre mujeres y hombres en
situaciones de trabajo similares.
En el siglo XXI, la lucha por la igualdad de género se enfrenta a un desafío considerable: la
desigualdad salarial persistente entre mujeres y hombres en México. Según la Encuesta Nacional de
Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI), esta brecha ha aumentado a un 13% en comparación con 2020.
En tres meses, un hombre gana $10,204 pesos más que una mujer haciendo el mismo trabajo, según
la ENIGH 2022. La diferencia es más pronunciada en el grupo de 50 a 59 años, donde una mujer
percibe $23,652 pesos en promedio, mientras que un hombre recibe $37,947 pesos. La desigualdad
salarial también se evidencia por nivel educativo, con mujeres con posgrado ganando $32,887 pesos
menos que sus contrapartes masculinas en tres meses.
“La nula igualdad salarial tiene consecuencias más profundas de lo que sugieren las cifras. Afecta la
autoestima y la confianza de las mujeres, transmitiéndoles el mensaje de que su trabajo es menos
valioso que el de los hombres. Además, restringe su acceso a oportunidades educativas y de salud,
perpetuando un ciclo de desigualdad intergeneracional.”
El Senador hace un llamado urgente a la sociedad mexicana para abordar este desafío cultural.
Destaca que la reforma propuesta es más que una cuestión económica; es un acto de sanación social
y construcción de un futuro equitativo.
La iniciativa enfatiza la necesidad de empoderar económicamente a las mujeres a través de salarios
justos, oportunidades de crecimiento profesional y programas educativos que rompan estereotipos de
género.
Hizo énfasis igualmente en la importancia de la participación activa de las empresas en la eliminación
de la brecha salarial, no solo porque es lo justo, sino porque también representa un paso esencial para
construir una sociedad más justa, igualitaria y compasiva. La igualdad salarial es la clave para un
México donde todas las personas, independientemente de su género, alcancen su máximo potencial.