En Confianza
Columna de opinión
Nelson Mandela decía que la educación es el arma más poderosa que podemos tener para cambiar al mundo.
Sin embargo, el rezago estructural en materia educativa en México es preocupante ya que las condiciones no garantizan el acceso a esta poderosa y pacífica arma a todas nuestras niñas, niños y jóvenes.
A pesar de que estas condiciones ya estaban presentes antes de la pandemia, la brecha educativa se ha acentuado peligrosamente a raíz de la emergencia sanitaria que obligó a las y los estudiantes a abandonar las aulas hace más de un año.
De acuerdo con el INEGI, más de cinco millones de estudiantes no se inscribieron en el actual ciclo escolar y 1.8 millones no concluyeron el ciclo anterior por razones relacionadas a la crisis económica desatada por la pandemia.
Nos enfrentamos ante un enorme desafío, que podría tener consecuencias permanentes en toda una generación, sobre todo para las y los estudiantes de comunidades vulnerables en las que es nulo el acceso a dispositivos electrónicos y servicios básicos como electricidad y conexión a internet que les impiden incorporarse a la nueva normalidad.
El regreso a las aulas es inminente y nuestras escuelas no cuentan con las condiciones mínimas: el 45 por ciento carecen de drenaje, el 23 por ciento no cuenta con agua potable y el tres por ciento no tenía ni electricidad.
Desde el Senado ya impulsamos una evaluación para diagnosticar el impacto de la pandemia en México y que las autoridades educativas emitan recomendaciones especializadas y puntuales con el propósito de revertir los efectos negativos en el aprendizaje.
Asimismo, estoy convencido de que para restablecer el tejido social y mejorar el sistema educativo debemos avanzar en el establecimiento de políticas públicas integrales que favorezcan el desarrollo de nuestros jóvenes en condiciones de igualdad.
Para ello, es necesario que trabajemos de la mano los poderes legislativo y ejecutivo, expertos, profesores y padres de familia y tutores.
En confianza te digo: Alentemos la participación ciudadana, escuchemos y atendamos las críticas y necesidades de los estudiantes y el personal académico para lograr transformar la educación en la dirección correcta.
Dejémonos de divisiones y garanticemos el acceso a educación y profesionalización para todos nuestros jóvenes.
Asumamos juntos este reto para construir un país más democrático, informado, responsable y libre.
Senador Erandi Bermúdez Méndez
27 de julio del 2021
- Publicado en Boletín