Columna de Opinión
La salud es el bien más preciado que podemos tener, de ella depende nuestra felicidad y nuestra capacidad de desarrollarnos en sociedad. Es un derecho humano y se encuentra consagrado en el artículo 4to Constitucional.
Actualmente, el mundo atraviesa por una crisis que ha traído consecuencias fatales y que en muchos países ha contribuido a profundizar aún más la brecha de la desigualdad y ha evidenciado las debilidades de los sistemas de salud, tal es el caso de México.
Los servicios de salud a nivel Federal ya habían sufrido un golpe desde el inicio de esta administración con la reducción de presupuesto, la eliminación del Seguro Popular, la creación de un improvisado Instituto de Salud para el Bienestar sin reglas claras y la eliminación del Fondo para cubrir Gastos Catastróficos.
Pese a esto, Guanajuato se ha mantenido como la entidad con el mejor sistema de salud de México, obtuvimos el ‘Premio Nacional de Calidad en Salud y el Mérito por la Mejora Continua’ y ha procurado la seguridad social de nuestros héroes: el personal médico.
Desde el legislativo hemos exhortado a la Secretaría de Salud a que trasparenten el dinero con el que comenzó a operar el INSABI y a que informen los resultados que se han obtenido hasta ahora para ajustar la atención y garantizar el acceso de todos los ciudadanos a estos servicios.
En confianza te digo: para llegar a tener un sistema de salud tan estable y exitoso como el de Noruega, Canadá o Dinamarca es necesario insistir en la inversión y no escatimar recursos. Esos países invierten 10 puntos de su Producto Interno Bruto y nosotros ni siquiera llegamos a los dos puntos.
Garantizar la prevención, la atención médica y el abasto de medicamentos y tratamientos en condiciones de igualdad es responsabilidad del Estado, exigir que todo eso se cumpla es tarea de nosotros como ciudadanos.
En confianza ¿tú qué opinas?
Senador Erandi Bermúdez
05 de Agosto del 2021